¿Por qué les molesta que se hable de racismo? 10 claves sencillas para hablar de negritud desde la negritud
Por: Laura Romero de la Rosa
@RosaCaribeT
Hace unos meses el profesor Omar Rincón me invitó a una de sus clases con estudiantes de comunicación social, la intención era conversar cómo contar historias o cómo se están contando las historias desde las comunidades periféricas afrodescendientes y en mi caso particular desde el caribe afro-diaspórico, quisiera hablar aquí sobre algunas de las conclusiones de esa conversación que hoy más que nunca toman vigencia, si miramos lo exacerbado que está el racismo en el país.
- Más que cómo nos estamos viendo lo afro, lo importante es la narrativa.
Por muchos años nos hemos acostumbrado a que los medios de comunicación desde sus centros andinos creen personajes caricaturizados de las personas negras y más de las personas del Caribe, construyendo una visión exotizada de cómo somos las personas de esta región del país.
Eso que de por sí es problemático, siento que es una imagen que puede perder importancia si nos enfocamos en qué estamos narrando y cómo, desde nosotros y nosotras mismas. Ya nos dimos cuenta que no carecemos de representación sino de consolidar espacios para poner en diálogo las narrativas, historias y discursos surgidos desde la comunidad que contrarresten las ideas basadas en estereotipos que perpetúan violencias.
- Lo afro es lo BIEN (estético-cuerpo-pelo-baile-sexo) y lo MAL (flojos, sexuales, delitos, pobres)
Seguramente vieron el nefasto vídeo de la señora manifestante que se expresa de forma racista en contra de la Vicepresidenta y la comunidad afrodescendiente. Dice ella:
“(..) Pobrecito el simio ese, que porque puso un millón de votos se considera la verraca del paseo. ¡Pobre simio! Los simios gobernando. ¿Qué educación puede tener un negro? (…) Los negros roban, atracan y matan. ¿Qué educación tienen? (…) Hágame el favor, los negros son brutos de nacimiento, los negros roban”
¿Si pillan? La negritud o lo afro, solo es cool en ciertos momentos y espacios, ahí siempre estamos “los costeños” o “los negros del pacífico” para animar la fiesta, para bailar en la selección si anotan un gol, para que las mujeres con cabello afro adornen la entrada del hotel de lujo o ponerlas de portada en publicidad turística de sitios que venden como “paraisos exóticos”, al mismo tiempo, nos enfrentamos a tener que combatir el racismo que día a día nos expone a violencias y a reforzar imaginarios como lo que muy bien dice la señora del vídeo.
Y les dejo un dato: el racismo es delito según la Ley 1482 de 2011, para que no confundan un comentario violento y discriminador con opinión y con eso pretendan excusarse.
- Lo afro es poner el CUERPO a la vida.
Le ponemos el cuerpo a la vida, porque es con el cuerpo que enfrentamos todo lo que nos atraviesa: el señor que llega a las 4 a.m. al mercado de Bazurto a comprar los productos para surtir su carretilla y caminar kilómetros bajo el sol cartagenero pregonando y vendiendo; la champeta, que se baila cerca, sintiendo el otro cuerpo; saber que preferimos salir “cuando baje el sol” porque seguramente llegarás menos sudado o sudada a tu cita… Y así.
- Lo afro es CONEXIÓN (todo se conecta la comida con el baile, el ñeque o viche, el cuerpo cercano).
Esa fortuna que nos dejó la diáspora, esa posibilidad de conectar nuestras expresiones culturales entre sí y que esto contribuya al arraigo de esas tradiciones, aquello que mantiene vivo el tejido social, lo poco que nos sostiene en medio de la exclusión y la desigualdad a la que nos vemos sometidas las poblaciones afrodescendientes.
- Lo afro consume el estereotipo afro para poder entrar en relación con el centro-blanco-occidental (p.e., telenovela).
¿Qué ironía no? Años y años consumiendo las telenovelas hechas desde Bogotá, que imitaban nuestro acento y nos convirtieron en caricaturas cargadas de estereotipos, pero al mismo tiempo nos mantenían en conversación con el centro representado en la zona andina, en el fondo sabíamos que ni nos vemos, ni hablamos, ni somos así, pero interesante como la caricatura burlona nos recordaba lo que sí somos y si nos representa.
- Lo afro tiene la capacidad de REÍRSE de sí mismo como mecanismo de sobrevivencia.
Aunque este punto me genera una fuerte contradicción y sin querer romantizar la pobreza y la precariedad, es cierto que haber alcanzado la capacidad de reírnos de nuestra propia desgracia puede considerarse una manera de enfrentar la adversidad e incluso, de resguardar un poco la salud mental.
- Lo afro es ORALIDAD de cuento y onomatopéyica.
Y esto no solo lo digo yo, puedes buscar cualquier vídeo del célebre Cuchilla y entenderás a qué me refiero exactamente.
- Narrar disruptivamente en diversidad de acentos y repensando el tema del color.
Que bueno que con el tiempo las narrativas desde el Caribe han venido creciendo y con eso, la posibilidad de reconocer la diversidad de acentos que tiene la región Caribe, que los personajes sean interpretados por quienes si somos del territorio sin caer en blackface.
- AFROGRAFÍAS (Oscar Perdomo Gamboa).
Si pueden, busquen ese libro, es del sello editorial de la Universidad del Valle.
- Ahora, si llegaste hasta aquí…
Espero que a partir de ahora pienses dos veces antes de decir la frase: yo no soy racista, tengo amigos negros… Pues no, te invito a traicionar el pacto de blanquitud patriarcal que te impide ver el racismo como violencia, además como una estructura que permea también a las instituciones y a querer invisibilizar las vivencias de las personas negras hablando por ellas de la experiencia de habitar un cuerpo racializado.