Un encuentro de pelícanos
Por: Catalina Vela
La presentación del libro de Teresita Goyeneche Perezbardi superó nuestras expectativas. Se calculaba que habría máximo veinte personas, pero la tarde del 18 de enero llegaron al Museo de Arte Moderno de Cartagena más de cincuenta personas anhelando escuchar y ver a la autora de La Personalidad de los Pelícanos.
La cita era a las 4 pm y justo a esa hora no había luz en la Plaza de San Pedro. La gente llegó temprano y les escuché decir –no importa, lo hacemos aquí, en la entrada, o en la plaza, o en el Baluarte- nadie se quería perder esta oportunidad y el hecho de que no hubiera luz no era un obstáculo para los habitantes de esta ciudad, acostumbrados a convivir con los cortes de energía. Cada quien cogió su silla y se ubicó cerca de la puerta y justo cuando estábamos por empezar, llegó la luz. De nuevo, cada uno con su silla se trasladó a una de las salas principales del Museo.

Teresita me invitó para que, a nombre de Imagina Cartagena Lab, hiciera con ella la presentación del libro. Esta fue la segunda vez que me sorprendió con su generosidad y reconocimiento. La primera fue encontrar una mención a nuestra iniciativa en la última página de su libro como una luz de esperanza en medio de tanta oscuridad. Los nombres de cada uno de los cuatro socios de Imagina estaban ahí: Laura Romero, Rafael Bossio, Kevelyn Ravelo y yo misma. Celebramos esta mención como si nos hubiéramos ganado un premio.
Normalmente las presentaciones de libros las hacen periodistas, escritores o intelectuales del mundo literario, pero como yo no soy nada de eso si no lectora voraz, le planteé a Teresita y al público que hiciéramos un ejercicio como los que hacemos en nuestros talleres para Pensar con todo el cuerpo. Activar la imaginación y la memoria que evocan los espacios físicos por los que viaja el libro:
Voy a enumerar lugares, espacios de la ciudad y ustedes van a recorrerlos tratando de evocar los olores, los sonidos, las voces, la temperatura y sobre todo el ritmo de sus movimientos y su cuerpo, ustedes eligen el tiempo que prefieran para visitar esos lugares, puede ser una época determinada del año o de otros años:
El pie de la Popa. La Popa. El mercado de Getsemaní. Manga. El mercado de Bazurto. La ciénaga de las Quintas. El barrio La Esperanza
Chambacú. El barrio Olaya Herrera. El puerto. La Candelaria. La Universidad. Barú. Playa Blanca. Bocagrande. El Club Cartagena. Blas de Lezo. Mamonal. Sans Souci.
Ahora sí estábamos en onda para poder hablar del libro, de Cartagena y de las preguntas que desde niña se hace Tere. Habíamos preparado un cuestionario y una de las cosas que más quería saber era ¿dónde encontraba ella la libertad? porque la metáfora de la personalidad de los pelícanos es una metáfora sobre la libertad, o la ausencia de ella. Su respuesta me encantó:
–Lo que más libre me ha hecho sentir del proceso del libro ha sido la respuesta de los lectores y las lectoras. Es ahí donde he encontrado la libertad. Cuando uno hace un desahogo como este, por más investigado y no-ficción que sea, uno espera que ese desahogo permita conectar con la humanidad de los otros.
Teresita Goyeneche Perezbardi



La conversación fluyó abiertamente, a buen ritmo y gracias a las intervenciones del público, se nos fue volviendo un círculo de palabra con una que otra dosis de mamadera de gallo gracias a los apuntes de Fredi, el papá de Tere. Hablamos de racismo estructural, de la corrupción, del clasismo de la ciudad, de los efectos del turismo, del proceso de escritura del libro, de las debilidades de la democracia en Cartagena.
El encuentro fue sobre todas las cosas una victoria sobre el derrotismo, la frustración y el dolor de la ciudad, fue un canto a la esperanza, a creer que somos capaces de mirar el colapso y levantarnos con más fuerza convirtiendo la rabia en creatividad, en soluciones colectivas, en estrategias donde la inteligencia y la sensibilidad puedan quitarle el poder a la mediocridad y a la ceguera con la que nos hemos acostumbrado a convivir.
Vamos a apropiarnos de la personalidad de los pelícanos, a convertir este libro en canción, baile y celebración.



